Según Freud, todas nuestras acciones son basadas en el deseo sexual. Aunque no todos los especialistas, como los Sexólogos online, concuerdan, muchos otros sí. Sin embargo, sin importar si el asunto es o no tan exagerando como lo pintan Freud, definitivamente la sexualidad y el apetito sexual juegan un papel importante en nuestras vidas.
Ahora, ¿qué sucede cuando nuestro apetito sexual ha disminuido? Y ni siquiera tienes ánimos de seducir a tu pareja. Todo puede tornarse bastante tenso en la relación. Por fortuna, no es un mal para morirse, la mayoría del tiempo tiene solución, navegando por aspectos tan simple como la masturbación femenina y más complejos como la terapia psicológica. Aquí te mostramos otras causas y soluciones.
Las causas más comunes de la falta de apetito sexual
A menudo las personas con falta de deseo sexual, quieren una solución inmediata y mágica, sin indagar en las causas, cuando en realidad, tratando las causas, es cuando se puede llegar a una solución precisa. Las causas más comunes son las siguientes.
¿Estás tomando algunos tratamientos hormonales o medicamentos?
Nuestro cuerpo rige y funcionamiento de acuerdo a sus hormonas, son capaces de definir a qué hora nos acostamos o levantamos, nuestro estado de ánimo, si engordamos o bajamos de peso, etc. Por supuesto, también definen (y por mucho) nuestro deseo sexual.
Muchos tratamientos ameritan cargas hormonales para cumplir su función. Aunque para cumplirla, deban alterar y sacrificar otros estabilidades hormonales, entre ellas las sexuales. Así mismo existen otros medicamentos, aunque no son hormonales, sí son capaces de afectar el desarrollo de la sexualidad de quienes lo consumen.
Más de un factor psicológico
Es extremadamente usual cuando una afectación psicológica desemboca en falta de deseo sexual. La ansiedad, depresión, estrés, pasajeros o crónicos, afectan directamente el apetito sexual de manera muy negativa.
Así mismo, también afectan otros malestares emocionales como baja autoestima, miedo a no poder satisfacer a la pareja, malas experiencias previas, y todo tipo de limitantes mentales.
No podemos ignorar las razones médicas
Las enfermedades o infecciones en órganos sexuales pueden ocasionar dolor, irritación, ardor e incluso consecuencias más graves. Así, naturalmente, el deseo sexual va disminuyendo al relacionar esas consecuencias amargas con el hecho de mantener relaciones sexuales.
¿Se puede solucionar?
La respuesta es un rotundo sí. La falta de apetito sexual, la gran mayoría del tiempo, tiene solución, basándose en la causa. Como no conocemos tu causa particular, te dejamos algunas soluciones generalizadas. Claro está, si las siguientes no te ayudan, es hora de recurrir a un sexólogo.
Comunícate con tu pareja
Sé sincero con tu pareja. Explícale la verdad, simplemente, aunque no sabes por qué, no tienes ganas. Así mismo, si en sus relaciones sexuales anteriores habido algo incómodo para ti, plantéaselo.
Por el contrario, si sientes falta de algo de su parte, dile cuáles son tus preferencias y de que forma te emociona más. Si eres sincero, seguramente tu pareja se mostrará muy receptivo y entre ambos podrán buscar formas más satisfactorias.
Inténtalo incluso si no te apetece
Saca de tu mente la idea constante del “No quiero”. Muéstrate un poco más abierto y recibe besos y caricias, trata de poner tu mente en blanco. Déjate llevar por el mar de sensaciones y verás cómo en ese encuentro, tu deseo va a aumentando progresivamente.
Atrévete a nuevas experiencias
La falta de apetito sexual en ocasiones puede deberse a la rutina. Para solucionarlo, atrévete a vivir experiencias más emocionantes. Seduce a tu pareja en lugares donde no deberías, hagan un cambio de ambiente, alquilen una habitación de hotel temática o aventúrense a un nuevo viaje.
Un comentario