Dentro del mundo de la Psiquiatría y Psicología, el psiquiatra Manfred J. Sakel es conocido por recomendar la terapia de choque a sus pacientes. Sakel, opinaba que al aplicar este tratamiento mejoraba la condición mental de las personas con psicosis y adicciones. Siendo, esta terapia aplicada por los psiquiatras durante el siglo XX, para tratar toda clase de enfermedades mentales. Hoy, te diremos con mayor detalle qué es y en qué consiste la terapia de choque.
¿Qué es la terapia de choque?
La terapia de choque o ‘TEC’ (como se conoce por sus siglas), es una terapia que induce convulsiones al paciente por medio de electricidad de manera controlada y segura. Los psiquiatras, suelen aplicar este tratamiento a pacientes que sufren de depresión severa y desorden bipolar. Por ello, esta práctica también se conoce como ‘terapia de electroshock’.
La misma, suele utilizarse tanto para el tratamiento de fobias, como de algunos trastornos de ansiedad como el trastorno obsesivo compulsivo. Para que el tratamiento sea exitoso, el paciente confiar en la terapia que el psiquiatra le recomendó. Siendo dicho psiquiatra, la única persona autorizada para recetar este tipo de tratamiento. Cabe destacar, que las personas que tienen problemas del corazón no pueden someterse a la TEC.
Asimismo, la terapia de choque suele dejarse como última opción para las personas que no presentan ninguna mejoría con tratamientos realizados previamente. Debes saber, que el número de sesiones de este tipo de terapia, dependerá de la patología que presente el paciente, influyendo la colocación de los electrodos y la duración de la estimulación propiamente en los resultados de la ‘TEC’.
¿Cómo funciona?
Para aplicar la ‘TEC’, el paciente debe ingresar en un centro hospitalario de manera permanente o ambulatoria. Este tipo de terapia se expone a la persona a una situación que le genere miedo, encontrándose dicho tratamiento de manera controlada y supervisada por profesionales debidamente capacitados.
Al comenzar con el tratamiento, la convulsión que experimenta el paciente suele tener una duración de treinta y tres segundos. Cabe destacar, que los pacientes deben estar anestesiados al momento de realizarles la TEC.
Como se acaba de mencionar, durante la terapia de choque el individuo se expone a aquello que le da miedo, con el fin de que sus fobias vayan disminuyendo poco a poco. Siendo probable, que la persona experimente situaciones desagradables antes de comenzar el tratamiento. El objetivo, es que el paciente logre superar sus miedos e identifique que lo que le causa temor es producto de su mente.
Es importante que antes de exponer al paciente a situaciones que puedan resultarle desagradables, este manifieste sus miedos al doctor sin cohibirse. De esta manera, el psiquiatra sabrá a qué tipo de estímulos debe inducir al paciente. Cabe destacar, que no todas las personas que presenten un cuadro de depresión o bipolaridad son aptas para la TEC. Los psiquiatras deben estudiar a cada uno de sus pacientes para aplicar el mejor tratamiento.
¿Cuál es su efectividad una vez aplicada?
La efectividad de la terapia de choque dependerá exclusivamente de cada paciente. Por esta razón, el psiquiatra tendrá que comprobar la condición mental de la persona tratada, luego de finalizado el tratamiento. Pero, existen estudios clínicos que determinan que más del 50% de los pacientes con depresión responden a la TEC. Estos estudios, recomiendan aplicar la TEC de continuación o mantenimiento como alternativa terapéutica en personas con casos graves o recurrentes.
Recientemente, estudios científicos han podido determinar la efectividad de la terapia de choque. Para determinar la efectividad de la TEC, se les realizó resonancias magnéticas funcionales a pacientes con depresión grave.
A través de estos estudios recién mencionados, se logró demostrar que esta terapia mejora la comunicación entre las distintas partes del cerebro relacionadas con la depresión. Así, este tipo de tratamiento puede disminuir el impacto de la depresión, mejorando la calidad de vida de los pacientes.
Riesgos en la terapia de choque
La terapia de choque ha sido un enfoque controvertido en la Psicología, y es fundamental entender los riesgos asociados a este tipo de tratamiento. En este apartado, exploraremos los riesgos potenciales de la terapia de choque, brindando información valiosa para que puedas tomar decisiones informadas sobre tu salud mental.
Riesgos potenciales de la terapia de choque
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Efectos secundarios emocionales: La terapia de choque puede provocar efectos secundarios emocionales, como ansiedad, confusión o trastornos del estado de ánimo. Estos efectos pueden ser temporales o persistir a largo plazo, dependiendo de cada individuo y su respuesta al tratamiento.
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Daño físico: Existe un riesgo de daño físico asociado con las convulsiones inducidas por la terapia de choque. Aunque se realiza bajo supervisión médica, pueden ocurrir lesiones musculares, fracturas óseas o lesiones en los dientes durante las convulsiones.
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Posibles efectos cognitivos: Algunos pacientes pueden experimentar problemas de memoria y dificultades cognitivas después de recibir terapia de choque. Estos efectos pueden variar en intensidad y duración, y es importante tener en cuenta este riesgo antes de optar por este tratamiento.
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Malestar emocional durante el proceso: La terapia de choque puede ser emocionalmente desafiante, y los pacientes pueden experimentar malestar, estrés y angustia durante el tratamiento y en las etapas posteriores. Es fundamental contar con un sistema de apoyo adecuado y recibir seguimiento psicológico para abordar cualquier dificultad emocional.
Consideraciones importantes:
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Evaluación exhaustiva y consentimiento informado: Antes de comenzar la terapia de choque, es esencial que un profesional de la Psicología realice una evaluación exhaustiva de tu condición y antecedentes médicos. Debes recibir información completa sobre los riesgos y beneficios de este tratamiento y otorgar un consentimiento informado después de comprender plenamente la naturaleza del procedimiento.
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Alternativas y enfoques terapéuticos: Antes de optar por la terapia de choque, es importante explorar otras alternativas y enfoques terapéuticos disponibles. Existen métodos menos invasivos y con menor riesgo que pueden ser igualmente efectivos para tratar diversas condiciones mentales.
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Apoyo profesional y seguimiento: Durante y después del tratamiento, es crucial contar con el apoyo de profesionales de la Psicología y recibir un seguimiento adecuado. Esto permitirá evaluar los resultados, abordar cualquier efecto secundario y garantizar tu bienestar emocional a lo largo del proceso.
No todas las personas responden de igual manera a la TEC
Es importante recordar que cada persona reacciona de manera distinta a este tipo de tratamiento. Por ello, antes de comenzar la terapia de choque el paciente debe estar consciente que podrá manifestar algún tipo de efecto secundario, tales como pueden ser la amnesia anterógrada (que consiste en la pérdida temporal de la memoria a corto plazo). También puede experimentarse confusión (aunque esta desaparecerá horas después de concluir el tratamiento).
Por último, es importante hacer énfasis en que esta terapia debe ser realizada por un equipo multidisciplinario, que se encuentre debidamente capacitado. Esto, sin dejar a un lado, las directrices o normas de seguridad que establecen los parámetros de este tratamiento tan importante.
Aunque la terapia de choque ha sido estigmatizada durante años. En la actualidad, estudios afirman que se trata de un tratamiento seguro y eficaz que puede salvar muchas vidas. Destacándose, que el éxito del tratamiento radica en la calidad de la convulsión, y no en la corriente eléctrica.
Bibliografía consultada
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Royal College of Psychiatrists. (2018). Electroconvulsive Therapy (ECT). Recuperado de: https://www.rcpsych.ac.uk/mental-health/treatments-and-wellbeing/electroconvulsive-therapy-ect
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Sackeim, H. A., Prudic, J., Fuller, R., Keilp, J., Lavori, P. W., & Olfson, M. (2007). The cognitive effects of electroconvulsive therapy in community settings. Neuropsychopharmacology, 32(1), 244-254.
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World Health Organization (WHO). (2019). Electroconvulsive Therapy (ECT) in Mental Health. Recuperado de: https://www.who.int/mental_health/neurology/electroconvulsive_therapy/en/
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