Como se suele decir, los niños son como esponjas. Por ello, transmitir conocimiento a los más pequeños es una de las mejores actividades que podemos realizar con ellos para su aprendizaje. No obstante, y siendo sinceros, esta tarea no siempre es sencilla, pues en muchas ocasiones no obtenemos los resultados que habríamos deseado.
Precisamente como consecuencia de ello la psicología moderna ha desarrollado multitud de estudios relacionados con el aprendizaje. Así, se ha demostrado que los juegos educativos son una de las mejores metodologías para ayudar a que los menores adquieran una actitud activa en todo el proceso. Todo ello incrementará el aprendizaje y supondrá numerosas ventajas a largo plazo.
Por qué utilizar juegos para el aprendizaje
Cuando hablamos de juegos educativos no nos referimos a actividades en las que los niños inviertan un tiempo de disfrute. En líneas generales, estos juegos han sido diseñados para que el menor aprenda sin ser consciente de ello.
Así, existen multitud de juegos orientados a numerosas temáticas: lectura, matemáticas, mejora de la concentración, incrementación de la atención… Todo ellos tienen en común la forma en la que fueron concebidos, ya que se trata de que el niño o niña disfrute y aprenda al mismo tiempo.
Son muchas las razones que explican que los juegos sean herramientas increíblemente útiles para el aprendizaje. Desde Ciberpsique hemos estudiado las más importantes para que puedas sacarles el mejor partido. ¡Vamos allá!
Ambiente
El lugar en el que los niños y niñas aprenden es sumamente importante, ya que de él dependerá la actitud inicial con el que asuman ciertas actividades. Los juegos son una herramienta perfecta porque, entre otras, se pueden disfrutar desde cualquier lugar, siendo el hogar el principal punto de encuentro.
En la habitación de juegos o el salón el menor estará en un clima relajado, con una actitud tranquila y receptiva que permitirá que participe de manera activa. Además, a diferencia de otros entornos como el colegio o la guardería, el pequeño será el único protagonista de la actividad. Por ello, estos juegos serán más efectivos si los niños pueden jugar de manera autónoma.
Atención
Dado que, como decíamos antes, el niño o niña estará en un clima cercano y con una actitud abierta, su atención estará enfocada en el juego. Cuando se equivoque, intentará comprender por sí mismo por qué se ha equivocado. En este sentido, el hecho de que juegue únicamente acompañado por la persona que dirige la actividad será más efectivo, pues podremos corregir sus fallos y premiar sus aciertos.
Confianza y creatividad
Una de las mejores ventajas de los juegos tiene que ver con las equivocaciones. Dado que el clima es lúdico, el menor no entiende que una equivocación implica una falta. Por ello, a medida que el juego avance irá adquiriendo una mayor confianza en sí mismo, lo cual incrementará su creatividad y autoestima. Así, al no existir consecuencias negativas ante las faltas o equivocaciones, se arriesgará por caminos que antes no había explorado, lo cual le permitirá mejorar en muchos aspectos.
Además, y aunque no sea una razón en sí misma, jugar con los pequeños conllevará otros beneficios. Entre otros, aprender con los progenitores es uno de los mejores recuerdos que podremos regalar a los niños, y uno de los mejores que ellos nos regalarán a nosotros.