Todos quisiéramos poder tener un entrenador que nos ayude en esos momentos cuando sientes que no puedes hacer más ejercicio porque no aguantas el dolor, alguien que nos de motivación, que nos empuje a continuar y llegar a los extremos; que nos haga de guía en nuestra rutina para estar en forma.
El problema es que esto suele ser un poco costoso, especialmente si contratas un entrenador que sea bueno en lo que hace. Siempre puedes pagarlo junto con otras amigas y amigos pero lo ideal es que aprendas a ser tu propio entrenador personal y te damos cinco consejos para que lo logres. Esto podemos hacerlo tanto en el gimnasio, como en la calle o en nuestra propia casa. Si decidimos hacerlo en casa, podemos ver los mejores modelos en biciestatica, ya que es un complemento excelente para hacer ejercicio sin importar las condiciones meteorológicas
1. Planea y cumple
Si tuvieses un entrenador personal no le cancelarías la sesión cada vez que te provoca porque entonces él o ella se molestaría contigo por no cumplir. Esto es algo que debes tomar en cuenta si eres tú mismo te estás entrenando: no debes faltar a lo que has planeado y, por supuesto, no uses todo tipo de excusas para evitar hacer ejercicios, como que no tienes tiempo o algo similar.
2. Explora tus limitaciones
Igual como lo haría un entrenador personal, trata de decirte a ti mismo que debes empujarte un extra, hacer diez minutos más de ejercicios o agregar un poco más de peso para que tus músculos levanten más. No te lo preguntes, hazlo como si fuese una orden.
3. Establece las metas
Un entrenador te va a poner metas para que las cumplas en cada una de las sesiones sin ninguna excepción. Este es su trabajo: hacer que llegues a una meta y que sigas adelante, que te vuelvas más rápido, que tengas más fuerza en los brazos, que pierdas cierta cantidad de centímetros o de kilos. Así que aumenta la cantidad de abdominales que harás cada semana y planea lo que quieres lograr en el futuro.
4. Actualiza la rutinas
Para que no te aburras con la misma rutina de siempre, trata de crear una diferente cada semana. Esto hará que estés activo con cada cosa que quieras hacer, además de motivarte para probar algo nuevo, y hacer que tu cuerpo siempre esté ejercitándose de formas distintas para que no se quede atascado en una talla o un peso.
5. Ofrécete premios
Date un premio cuando hayas llegado a una de esas metas que has planeado y de las que hablamos en el punto tres. Eso sí, no pueden ser relacionadas con comidas, sino más bien con cosas que realmente te gusten y que quieras pero que sean relacionadas con otras cosas. Por ejemplo, puedes ir al cine, si tienes muchas ganas, o ir a que te hagan un masaje para relajarte solo o con amigos.
Siguiendo estos consejos lograrás ser tu propio entrenador personal, consiguiendo la motivación que necesitas a cada momento para establecer mejores hábitos saludables, tanto en las comidas como en el ejercicio físico. Ya que ambas cosas siempre deben de ir de la mano para mejorar la salud. En consecuencia, la salud mental también se verá beneficiada.
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