Es normal que al pensar en tomar una ducha con agua fría, sintamos de inmediato cierto rechazo debido a la comodidad que nos ofrece un relajante baño con agua caliente. Sin embargo, muchas veces para lograr cosas grandes, debemos abandonar nuestra zona de confort, e ir más allá de nuestros límites. Ducharse con agua fría, puede traer numerosos beneficios a nuestra vida, además de ayudarnos a comenzar mejor el día. Hoy, te hablaremos sobre ellos.
¿Por qué se recomienda comenzar el día con una ducha de agua fría?
Son numerosas las razones por las que se recomienda comenzar el día con duchas de agua fría, encontrando diversos beneficios tanto a nivel anímico y emocional, como físico. Al despertarnos y entrar en contacto con agua fría, dejamos a un lado el estado somnoliento en el que nos encontramos, pues nuestro cuerpo y cerebro despiertan por completo, ayudándonos a comenzar el día con mayor energía.
Además, al estar en contacto con el agua fría, nuestro cerebro libera diversas hormonas, entre las que se encuentra la noradrenalina, que se encarga básicamente de aliviar las tensiones y el estrés en nuestro cuerpo. Y como sabemos, no hay nada mejor que comenzar el día libre de cargas negativas.
Beneficios de ducharse con agua fría
Desde hace tiempo se han llevado a cabo diversos estudios sobre los beneficios que puede traer para la salud comenzar el día con un buen baño de agua fría. En muchos de ellos, se ha demostrado que tomar una ducha de agua fría por la mañana además de aumentar nuestra productividad, es capaz de mejorar en diversos aspectos nuestra salud. Encontrándose entre los beneficios más destacables, los siguientes:
Mejora la circulación sanguínea
Mientras que el agua caliente es capaz de contribuir a que los vasos sanguíneos se dilaten, el agua fría contribuye a que estos se contraigan. Esto como efecto, es capaz de hacer que la sangre viaje de forma más rápida por nuestros torrentes, haciendo que la circulación sea mucho mejor, y que, se encuentre cargada de buenos niveles de oxígeno.
Este beneficio, se puede ver especialmente a nivel cardiovascular. También, en el funcionamiento renal y diurético, contribuyendo el agua fría a que expulsemos de forma más efectiva los líquidos que nuestro cuerpo no necesita.
Activa el sistema inmune
Como se ha mencionado antes, tras entrar en contacto con el agua fría nuestro cuerpo se activa en todos los sentidos posibles, incluyendo nuestro sistema inmune. Tras liberar mayor cantidad de leucocitos, nuestro organismo se ve mejor preparado para poder resistir el ataque de agentes infecciosos que podrían afectarnos en mayor medida en casos normales.
Además, también podremos notar un aumento de los procesos metabólicos. Esto, como un esfuerzo que realiza nuestro cuerpo al consumir mayor cantidad de azúcares y grasas para poder adaptarse al cambio de temperatura.
Te ayuda a ser más productivo durante el día
Salir del estado de somnolencia al despertar, es vital para tener una mayor productividad durante las primeras horas de la mañana. Comenzar el día con una buena ducha de agua fría es uno de los mejores trucos para ser productivo, pues nos ayuda a estar más alerta en todas nuestras actividades, con mayor energía y disposición a dar el máximo de nuestro rendimiento en las tareas que realicemos.
Además, esta práctica nos puede ayudar a crear un hábito saludable, así como a desarrollar el control de nuestro estado emocional y mental sobre nuestro cuerpo. Al ser todo un reto, a medida que lo vayamos adoptando como una costumbre, también estaremos abandonando nuestra zona de confort.
Aprovecha al máximo tu día con una buena ducha de agua fría
Tal como vemos, son numerosas las ventajas que podremos encontrar al comenzar nuestros días con una buena ducha de agua fría. Esto, sin contar los beneficios que esta práctica puede traer sobre nuestra piel y cabello (contribuyendo a que luzcan con mayor brillo), así como su efecto anti inflamatorio en caso de que suframos alguna lesión.
Así que, no dudes en comenzar a implementar este saludable hábito en tu vida, para que comiences a experimentar todos los beneficios que traerá para mejorar tu salud a nivel general y tu productividad. Puedes comenzar alternando los días de ducha con agua fría y caliente mientras te adaptas por completo al agua fría. De esa manera, podrás ver cómo a medida que conviertes estas duchas en un hábito, experimentas increíbles cambios en tu vida.
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