En España es posible solicitar la incapacidad permanente por enfermedades mentales, dependiendo de la gravedad de la situación. El ritmo actual de la sociedad ha conllevado a elevar el nivel de casos de ansiedad, estrés e incluso depresión, trastornos que además de afectar el ánimo inciden en la salud y capacidades laborales de la persona.
Enfermedades mentales con las que se puede solicitar la incapacidad permanente.
Pese a que no hay una lista oficial, de acuerdo a la experiencia del despacho de Campmany Abogados, hay una gran variedad de enfermedades mentales que son susceptibles de requerir este proceso.
En esta lista enumeramos cuáles son las enfermedades mentales más comunes presentes en las reclamaciones de incapacidad ante los juzgados:
1. Agorafobia
Los criterios para conceder la incapacidad permanente por agorafobia radican en la valoración de cada caso. Esta se aplica cuando los síntomas provocan limitaciones, sin que haya posibilidad terapéutica para su tratamiento.
2. Alzheimer
Debido a que el diagnóstico de Alzheimer no asegura el reconocimiento de la incapacidad, se amerita que el tribunal médico recomiende la Incapacidad Permanente, en caso de detectar deterioro cognitivo y dependencia de otras personas. El Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) suele conceder una incapacidad de grado superior a la incapacidad permanente parcial.
3. Ansiedad
Ante el trastorno de ansiedad es posible solicitar una incapacidad permanente, solo si se trata de un nivel crónico de la enfermedad. El INSS debe demostrar que no existe posibilidad terapéutica para su tratamiento y, si esta institución no lo hace, debe cumplirse en vía judicial.
4. Demencia
Para conceder una incapacidad permanente por demencia es necesario determinar si la enfermedad está en fase leve, moderada o avanzada. Por ende, conceder la incapacidad por demencia, depende de la gravedad y los síntomas, sin esperar reacción de posibles tratamientos.
5. Depresión
Para reconocer una Incapacidad Permanente por depresión se amerita que la enfermedad sea crónica y recurrente. En tal caso, el INSS debe determinar que no existen posibilidades terapéuticas y si la entidad no lo hace, debe hacerse ante un juez. No obstante, ante la presencia de un síndrome ansioso depresivo, también puede otorgarse la incapacidad permanente.
6. Esquizofrenia
Las personas que padecen de esquizofrenia en un nivel crónico pueden lograr la prestación por concepto de Incapacidad Permanente. El INSS o un juez, deben determinar que no existen posibilidades terapéuticas para su tratamiento. No existen casos que correspondan a un grado de incapacidad permanente parcial, pues de determinarse limitaciones funcionales se debe conceder la Incapacidad Permanente Total por esquizofrenia.
7. Ludopatía
La ludopatía es una enfermedad psiquiátrica crónica, por lo cual la persona afectada por esta anomalía puede obtener la Incapacidad Permanente, en grado de total o absoluta.
8. Alcoholismo
Para acceder a una incapacidad laboral por alcoholismo es necesario determinar el grado de intensidad de la adicción y su incidencia en el entorno laboral y social. Para ello es obligatorio probar que la enfermedad afecta psíquicamente a la persona, con repercusiones desde el punto de vista cognitivo, de raciocinio, de personalidad y voluntad. Los grados de discapacidad por alcoholismo no están contemplados en el Real Decreto 1971/1999.
9. Parkinson
El diagnóstico por Parkinson puede dar lugar a una pensión de Incapacidad Permanente. La decisión depende de la evaluación pertinente sobre el estado de la enfermedad y el grado que impide a la persona ejecutar sus labores. La etapa de la enfermedad se clasifica según la escala de Hoehn-Yahr, y en la determinación de las capacidades motoras y sensoriales del afectado.
10. Síndrome de burnout
Pasados seis meses desde el diagnóstico de la enfermedad, debe tomarse en consideración si ha habido mejoría con la aplicación de terapias y fármacos para poder acceder a una Incapacidad permanente por Síndrome de Burnout. En esta anomalía incide directamente la situación del entorno laboral.
11. Trastorno bipolar
No en todos los casos se concede la Incapacidad Permanente por trastorno bipolar. Es necesario confirmar que se ha agotado toda posibilidad terapéutica.
12. TOC
La Incapacidad Permanente por Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) se obtiene al demostrarse que los síntomas son graves e incluyen deterioro cognitivo moderado o severo, e incluso si hay presencia de elementos de gravedad, como intento de suicidio.
13. Trastorno límite de la personalidad
Para conceder una Incapacidad Permanente por Trastorno Límite de la Personalidad (TLP), el especialista en psiquiatría debe calificar como grave la sintomatología, detectar un deterioro a nivel cognitivo y declarar que el paciente no reúne las condiciones para desempeñar una actividad laboral.
14. Trastorno de estrés postraumático
La incapacidad Permanente por Trastorno de Estrés Postraumático se aprueba tras comprobar que, durante al menos un año de tratamiento con psicólogo y psiquiatra, incluyendo medicación, no existe mejoría y persiste una sintomatología incapacitante. Naturalmente, dan lugar a la incapacidad trastornos asociados a este, como la angustia.
Criterios para conceder la incapacidad permanente por enfermedad mental
Los criterios de valoración correspondientes a enfermedad mental están contemplados en el Anexo del RD 1971/1999, así como en el BOE del 13 de marzo de 2000, que corrige al anterior, y se aplican dependiendo del tipo de anomalía y nivel de afectación. Se dividen en:
- Incapacidad permanente total
- Incapacidad absoluta
- Gran invalidez
Grados de incapacidad permanente por enfermedad mental
Los grados de incapacidad por enfermedad mental se catalogan según clases, de la siguiente manera:
- Clase I: se da en presencia de algunos síntomas, incluso aislados según la enfermedad, que no afectan la capacidad funcional y laboral.
- Clase II Incapacidad leve (1 – 24%) se presenta cuando el asegurado puede llevar una vida autónoma, pero su capacidad laboral se ve afectada en ciertos periodos motivado al estrés.
- Clase III incapacidad moderada (25 – 59 %): se da cuando se afecta moderadamente la capacidad de efectuar actividades cotidianas y disminuye la capacidad de cumplir funciones remuneradas
- Clase IV incapacidad grave (60 – 74 %): ocurre ante fuertes restricciones en el desarrollo de actividades de la cotidianidad. El desenvolvimiento laboral es gravemente afectado, debido a la deficiente concentración y disminución del ritmo de realización de las labores.
- Clase V incapacidad muy grave (75 % en adelante): en este nivel la enfermedad invalida en su totalidad a la persona, quien para poder desarrollar actividades cotidianas amerita la asistencia de otras personas.
¿Dónde solicitar una incapacidad permanente por enfermedades mentales?
No siempre es necesario acudir al juzgado. Esta solicitud puede tramitarse administrativamente ante el INSS en España. Es importante tener presente que si la institución la deniega y deniega la Reclamación Previa, se puede presentar una demanda.